Si alguna vez en la vida he pecado, ha sido por amarme tanto a mí misma como nadie más lo ha hecho.
Desde hace un tiempo he adoptado el pensamiento de que uno mismo debe estar ante todas las cosas, y que debemos amarnos y respetarnos. Pensar en los demás antes que uno mismo es símbolo de nobleza y amabilidad, pero pensar en uno mismo antes que nada, también lo es ya que si te amas, te respetas, te comprendes, te aceptas, será más fácil brindar ese amor, comprensión y tolerancia a los demás.
Qué tanto está permitido amarse a uno mismo? no lo sé pero:
Me amo tanto que siento que soy una Isla abastecida con muchas riquezas y que no necesita estar adherida a otro pedazo de tierra para sobrevivir.
Me amo tanto que disfruto mi tiempo a solas conmigo misma.
Me amo tanto que trato de complacerme en todo lo que anhele o desee, y lucho por conseguirlo
Me amo tanto que me siento orgullosa de mis objetivos logrados.
Me amo tanto que me exijo más de lo puedo dar.
Me amo tanto que hago por mí cosas que no haría por nadie más
Me amo tanto que cuando salgo a comer tengo “cena para uno” aunque muchos lo vean extraño.
Me amo tanto que soy yo mi motivación y modelo a seguir, amo mis errores, amo mis fallas y mis fracasos, y amo como me enfrento a la vida.
Me amo tanto que siento muchas veces que el amor de los demás se queda corto.
Me amo tanto que por mi propio bien trato de ser mejor persona, y mejor ser humano
Me amo tanto que cuando cometo un error, me siento decepciono, analizo la situación y termino perdonándome y dándome otra oportunidad.
Llámenme egoísta, egocéntrica, narcisista, o todo lo que queráis pero yo me he encargado de mantenerme feliz y si alguna vez fui infeliz fue por querer ser alguien más, o por tratar de complacer a los demás antes que a mí.
Una persona que se ama, que es feliz, es capaz de amar y comprender a los demás; es más, me atrevo a apostar que el amor que tenemos para dar es mucho más puro, intenso y verdadero que el que pueda sentir otra persona que no se quiera o se respete.
Soy feliz, haciéndome feliz sin obstaculizar a los demás; desde que me amo y me lo demuestro, la vida tiene sentido.